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No hay duda de que esta junta tiene tantos frentes abiertos que se hace difícil, por no decir imposible, cumplir con todos los compromisos adquiridos. Las imputaciones, querellas, dimisiones, despedidas, megaproyectos urbanísticos y referendums han aparcado en la 'agenda setting' de los directivos y, por extensión, del director general del club una serie de prioridades que afectan en mayor o menor medida al seno del vestuario.
Resulta que tras ganar el primer título de la temporada en agosto, la Supercopa de España, el entonces presidente Sandro Rosell prometió a la plantilla una sustanciosa prima que además garantizó que cobrarían antes de que finalizara el año.
Pues bien, ya han pasado más de dos meses del plazo límite marcado por el dirigente blaugrana y esa prima aún no ha llegado a los bolsillos de los jugadores. Evidentemente no es ninguna prioridad por parte de los profesionales del primer equipo el cobro de esta cantidad adicional, pero sí que genera cierto malestar que el club no haya comunicado nada al respecto de la demora, teniendo en cuenta que la promesa la realizó el presidente saliente y temen que el entrante no tenga en sus pensamientos esta promesa adquirida en su día por Rosell.
De hecho, el director deportivo, Andoni Zubizarreta, tampoco ha dado ninguna explicación a la plantilla -ni está y ni se le espera, la verdad-, por lo que la situación empieza a ser un tanto surrealista, ya que parece que esa prima ganada y prometida ha quedado más o menos en el limbo de los justos.
Haría bien el club de solucionar este tema, más que por la cantidad -es una prima muy menor en referencia a otros títulos- o la necesidad pecunaria de estos jugadores, para demostrar al vestuario que no están desatendidos y que el club los tiene muy en cuenta. Un gesto así sería la mejor formapara afrontar el tramo final de la temporada donde todavía están en juego los tres títulos
Todo lo que pasa ahora en el Barça desde el fichaje de Neymar hasta esta "prima" por ganar la Supercopa de España, parece que es culpa de Rosell y solo de Rosell, vamos que los directivos que quedan estaban en Bavia (capital de la Luna).
Es cierto que ahora mismo no se merecen nada, pero lo prometido es deuda. Si se lo prometieron toca pagar, un contrato verbal tiene el mismo valor que un contrato rubricado por ambas partes. Otra cosa es que ahora no les prometan nada hasta que no demuestren un cambio de actitud, pero lo prometido debe cumplirse siempre. Y en lo del fichaje, Rosell no creo que firmara solo, todos los directivos sabian lo que pasaban y deben como Rosell, dimitir
No hay duda de que esta junta tiene tantos frentes abiertos que se hace difícil, por no decir imposible, cumplir con todos los compromisos adquiridos. Las imputaciones, querellas, dimisiones, despedidas, megaproyectos urbanísticos y referendums han aparcado en la 'agenda setting' de los directivos y, por extensión, del director general del club una serie de prioridades que afectan en mayor o menor medida al seno del vestuario.
Resulta que tras ganar el primer título de la temporada en agosto, la Supercopa de España, el entonces presidente Sandro Rosell prometió a la plantilla una sustanciosa prima que además garantizó que cobrarían antes de que finalizara el año.
Pues bien, ya han pasado más de dos meses del plazo límite marcado por el dirigente blaugrana y esa prima aún no ha llegado a los bolsillos de los jugadores. Evidentemente no es ninguna prioridad por parte de los profesionales del primer equipo el cobro de esta cantidad adicional, pero sí que genera cierto malestar que el club no haya comunicado nada al respecto de la demora, teniendo en cuenta que la promesa la realizó el presidente saliente y temen que el entrante no tenga en sus pensamientos esta promesa adquirida en su día por Rosell.
De hecho, el director deportivo, Andoni Zubizarreta, tampoco ha dado ninguna explicación a la plantilla -ni está y ni se le espera, la verdad-, por lo que la situación empieza a ser un tanto surrealista, ya que parece que esa prima ganada y prometida ha quedado más o menos en el limbo de los justos.
Haría bien el club de solucionar este tema, más que por la cantidad -es una prima muy menor en referencia a otros títulos- o la necesidad pecunaria de estos jugadores, para demostrar al vestuario que no están desatendidos y que el club los tiene muy en cuenta. Un gesto así sería la mejor formapara afrontar el tramo final de la temporada donde todavía están en juego los tres títulos
Es cierto que ahora mismo no se merecen nada, pero lo prometido es deuda. Si se lo prometieron toca pagar, un contrato verbal tiene el mismo valor que un contrato rubricado por ambas partes. Otra cosa es que ahora no les prometan nada hasta que no demuestren un cambio de actitud, pero lo prometido debe cumplirse siempre. Y en lo del fichaje, Rosell no creo que firmara solo, todos los directivos sabian lo que pasaban y deben como Rosell, dimitir
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