En líneas generales la directiva azulgrana
encarna un modelo de discreción que seguramente es fruto del propio
talante de sus miembros, del ejemplo con el que predica el propio
presidente Rosell, más bien parco en declaraciones y visibilidad, y de
las políticas de comunicación administradas hasta ahora en las que se ha
limitado el protagonismo de los directivos al mínimo necesario.
Ese rol limitado se llega a exagerar a veces como ha sucedido en la reciente programación de las visitas a los hospitales y al Festival de la Infància, donde en cinco de las expediciones no figuró ni un solo directivo acompañando a jugadores como Neymar, Cesc, Iniesta, Piqué o Víctor Valdés.
No se pudo reclutar a más que a cuatro, Josep Maria Bartomeu, Didac Lee, Josep Ramon Vidal-Abarca y desde luego a la incansable Pilar Guinovart, responsable de la OAP y destacada activista en favor de enfermos y discapacitados a los que el Barça, gracias a su labor, lleva esperanza y sobre todo alegría.
El caso, y así se ha comentado estos días en los círculos directivos, es que fueron pocos -cuatro- los voluntarios para acompañar a la plantilla a los hospitales, en comparación con la visita del año anterior -nueve directivos- en la que participó el propio presidente Sandro Rosell, ausente el pasado día 3 de enero. Algún directivo ha apuntado esta ausencia como posible causa de la escasa tropa directiva para esta ocasión.
Es verdad que, por la naturaleza de sus cargos, los directivos del área social desarrollan una actividad tan frenética como continuada y es verdad que otros directivos son menos reclamados o están menos disponibles.
Lo raro es que asistieran, para una Junta que su primer paso fue quitar UNICEF, para patrocinar un Estado, donde los Derechos Humanos brillan por su ausencia, no debería extrañar que caigan tan bajo de ir a visitar a los niños enfermos, como van a ir... Se podrían manchar sus inmaculados trajes. Parece que no entra en las funciones de Directivo, ser amable una vez al año con los peques. Primero se les prohibe incluso la entrada al Camp Nou, sino tienen entrada y ahora no acuden a los hospitales... ¿Lo próximo sera...?
Ese rol limitado se llega a exagerar a veces como ha sucedido en la reciente programación de las visitas a los hospitales y al Festival de la Infància, donde en cinco de las expediciones no figuró ni un solo directivo acompañando a jugadores como Neymar, Cesc, Iniesta, Piqué o Víctor Valdés.
No se pudo reclutar a más que a cuatro, Josep Maria Bartomeu, Didac Lee, Josep Ramon Vidal-Abarca y desde luego a la incansable Pilar Guinovart, responsable de la OAP y destacada activista en favor de enfermos y discapacitados a los que el Barça, gracias a su labor, lleva esperanza y sobre todo alegría.
El caso, y así se ha comentado estos días en los círculos directivos, es que fueron pocos -cuatro- los voluntarios para acompañar a la plantilla a los hospitales, en comparación con la visita del año anterior -nueve directivos- en la que participó el propio presidente Sandro Rosell, ausente el pasado día 3 de enero. Algún directivo ha apuntado esta ausencia como posible causa de la escasa tropa directiva para esta ocasión.
Es verdad que, por la naturaleza de sus cargos, los directivos del área social desarrollan una actividad tan frenética como continuada y es verdad que otros directivos son menos reclamados o están menos disponibles.
Lo raro es que asistieran, para una Junta que su primer paso fue quitar UNICEF, para patrocinar un Estado, donde los Derechos Humanos brillan por su ausencia, no debería extrañar que caigan tan bajo de ir a visitar a los niños enfermos, como van a ir... Se podrían manchar sus inmaculados trajes. Parece que no entra en las funciones de Directivo, ser amable una vez al año con los peques. Primero se les prohibe incluso la entrada al Camp Nou, sino tienen entrada y ahora no acuden a los hospitales... ¿Lo próximo sera...?
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada