Mundo Deportivo
Más de cinco años después, el Barça acabó un partido sin tener más tiempo el balón que el rival. En Vallecas, el Rayo logró ese triunfo estadístico y, pese a que el Barça ganó 0-4, el debate está abierto.
La pregunta, respondida por nuestros redactores Oriol Domènech y Xavier Muñoz, es sencilla: ¿Es tan relevante ganar la posesión de balón?
SI (Oriol Domènech)
Defendí
la apuesta por un técnico de casa pero creo que uno foráneo puede
enriquecer futbolísticamente al club. Y disfrutó con el 4-3-3 y pienso
que con un 4-4-2 se puede practicar un juego atractivo y ganador.
Que en un momento de debilidad Martino reagrupe a sus hombres en su campo, como ante el Ajax, es un matiz. Que los centrales crucen el balón a los extremos (como Márquez y Koeman) o que los interiores jueguen más en vertical que horizontal también lo es. Pero que Valdés lo lance en largo veinte veces, rifarlo como se dice en fútbol, no tanto.
En todo caso, el debate de la posesión no es tanto de modelo o filosófico como a la larga resultadista. El Barça puede ganar un partido con el 50% de posesión. Contra el Rayo
incluso con un 30%. Pero el 50% le será insuficiente en la Champions a
partir de febrero. Ni nació ni está preparado para vencer así.
Los partidos ahora se deciden en las áreas. En una, con Messi y Neymar, la afición puede estar tranquila. Pero en la otra no valdrá solo con un Valdés pletórico. El Barça
lleva muchos años sin defender (sin balón) y no sabe hacerlo. Los
interiores son talentosos pero físicamente débiles, los laterales son
más delanteros que defensas y la agresividad y el sacrificio del equipo
es menor a la de otros más habituados a ser inferiores al rival. Sevilla, Ajax y Rayo han combinado de portería a portería con una facilidad pasmosa y aterra pensar qué pasará cuando remaen Cristiano, Ribéry, Agüero o Lewandowski.
La posesión equilibrada deja daños colaterales. Los rivales atacan
más y aunque no quieran provocan más faltas laterales y córners. Sevilla, Ajax y Rayo lanzaron 10, 4 y 6 veces desde la esquina. ¿Imaginan qué ocurrirá ante el Bayern de Mandzukic, Dante y Muller, el Chelsea de Cahill, Ivanovic, Terry y David Luiz o el PSG de Ibra, Cavani y Thiago Silva?
Para otro equipo, recuperar algo de balón sería una opción. Para el Barça, una obligación.
NO (Xavier Muñoz)
Mejor
no sufrir de antemano, ni interpretar cada una de las estadísticas
parciales como si fueran las tablas de la ley. Conserven el temple:
mientras en la plantilla haya gente como Xavi, Messi o Iniesta, el Barça querrá ser el protagonista de los partidos.
Eso
no puede ocultar una evidencia en la que han reparado los propios
jugadores. Son ellos quienes llevan ya un tiempo diciendo que, además de
tener la pelota, algo nuevo hay que hacer con ella, que los rivales no
se han chupado el dedo durante todos estos años buscando un antídoto al
mejor fútbol jamás visto. Ellos saben muy bien que el pasado año
volvieron a ganar la posesión de balón en todos y cada uno de sus días,
de la misma forma que no se llevaron casi ningún partido de los
grandes-grandes, salvo el de la remontada ante el Milan y apenas uno de los seis que jugaron ante el Madrid, el más lejano en el tiempo. Ni ante el PSG y, obviamente menos aún ante el Bayern, el Barça
dio la talla. Pero siempre había quien, con extraño orgullo, resaltaba
que los culés, al menos, habían ganado el balón. Es la evidencia del
peligro de amaneramiento en que incurría un modelo que, últimamente, ha
llegado a ser más un fin en sí mismo que un maravilloso método, cuando a
esto no se juega para quedarse la bola sino para ganar partidos.
A eso también contribuyen ciertos tabús y las triquiñuelas de la memoria selectiva. En cuanto a los tabús basta citar cómo Del Bosque ha ganado Mundial y Eurocopa
con dos mediocentros sin por ello renunciar a la voluntad de mandar.
Sobre la memoria selectiva ahí están los grandes días del Barça del
triplete. El equipo-prototipo de Guardiola fue a saco a
por cada rival, pero también supo llegar al gol a través de no
despreciar el contraataque, alguno de ellos en el glorioso 2-6. En los
últimos años no sólo la presión se diluyó. Hoy, Martino busca su fórmula. Y lo único que está claro es que aún es pronto para pontificar sobre cual es.
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La realidad es que a veces me sorprende el ADN cule, tras caer hace dos temporadas en semifinales de la Champions contra el Chelsea, con una posesión del 89% contra el 11 % del rival y perdimos por la eliminatoria al empatar a 2. Durantes semanas se hablaba de posesión esteril, que debiamos tener un plan "B", jugar menos al "tiki-taka", más profundidad...
Ahora llega el partido contra el Rayo, con una defensa que presionaba en el mismo centro del campo, se juega con Valdes y pases largos... Y eso tampoco ideal, ahora quermos nuevamente el "Tiki-Taka"...
En que quedamos? Es obvio que da gusto ver a un equipo tocar y combinar como lo ha hecho
el Barcelona. Pero NO ES FUNDAMENTAL ganar la posesión siempre. Dicen
que el que tiene el balón tiene la sartén por el mango... pero acaso no
recuerdan la funesta semifinal contra Chelsea en 2012? Barcelona
dominando totalmente, pero Chelsea fue el que pasó a la final. El mejor
equipo no siempre es el de mayor posesión de balón, sino el que sepa qué
hacer con él cuando lo posea. La prensa ha armado una tormenta en un vaso de
agua
Para mi lo primordial es que el Barça gane partidos, el como se discutira a final de temporada... antes debemos estar apoyando a muerte al equipo de Tata y sus jugadores
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