En la elección definitiva de Tata Martino
intervinieron muchos factores. Al igual que con Luis Enrique, el club
analizó los pros y los contras de su llegada, cuáles eran sus
condiciones técnicas y deportivas y también sus requisitos económicos.
Pero no se quedaron en un análisis superficial sino que dieron un paso
más. El presidente Sandro Rosell y el director deportivo Andoni
Zubizarreta estudiaron su influencia en determinados jugadores,
centrándose esencialmente en la figura de Leo Messi, el principal motor
de este Barça sublime.
Mucho tuvo que ver el crack argentino en su fichaje, sí, pero no como un elemento de consulta decisorio, a quien pedir el visto bueno a su contratación, sino como uno de los principales beneficiarios de la llegada del 'Tata' Martino. En el Camp Nou entendían que la sintonía del técnico que sustituya a Tito Vilanova y el ganador de los cuatro últimos 'Balones de Oro' debe ser fluida y sin fisuras y no querían dar un paso en falso. Leo necesita sentirse ultra motivado, tener hambre de títulos, para rayar al nivel que le ha convertido en el mejor jugador de todos los tiempos y la comunión con el técnico es fundamental. El entrenador de Bellcaire manejó con tacto la transición y Messi no notó la marcha de Pep, el hombre que le rescató de la banda. El mismo juego, con algún matiz, y el mismo mensaje. Tata debe transmitirle la misma idea.
Con la selección argentina no necesita de estos estímulos, porque su objetivo, casi su obsesión, es conquistar el título Mundial en Brasil 2014, sea cual sea el entrenador que se sienta en el banquillo. En el Barça, en cambio, a Messi le urge sentirse seguro para expandir su talento, que su presente no dependa de alguien revolucionario que remueva el equipo y le retire esa etiqueta de 'falso 9' que tan buenos resultados le está dando, que no altere un dibujo táctico que le ha beneficiado mucho en su carrera. Messi no se discute, porque es el alma del equipo. Un conflicto interno con la estrella pondría en riesgo su implicación y un cíclo plagado de éxitos.
Con tantos jugadores cinco estrellas, el Barça necesita un orden jerárquico que Tata Martino sabe que debe respetar. Rosell y Zubi ya se lo contaron. Quienes son los capitanes, aquellos que hablan en el campo pero también fuera, a quienes hay que consultar determinados hábitos. "Debo adaptarme al Barça", avisó en sus primeras declaraciones. El mensaje ya había calado. Y eso significa asumir la herencia de Pep y de Tito. El camino está trazado y sólo hay que seguirlo. El ex de Newell's sabe cómo debe hacerlo.
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Cuando no hay noticias, hay que inventarselas y por eso la prensa se inventó que Messi fue participe en la llegada del "Tata" Martino, que más da si eso puede perjudicar al jugador ante sus compañeros, lo importante son las ventas y al día siguiente rectificar sobre la marcha
Que asuma la herencia de Pep me parece fantástico, pero hay que hacer retoques el equipo debe evolucionar, está estancado a pesar de ganar la liga. La herencia de Tito mejor ni mencionarla, cierto que hizo 100 puntos pero el equipo perdió intensidad y brillantez y tácticamente en los partidos decisivos fue un auténtico desastre. No se han hecho los cambios necesarios en la plantilla y lo vamos a pagar.
Mucho tuvo que ver el crack argentino en su fichaje, sí, pero no como un elemento de consulta decisorio, a quien pedir el visto bueno a su contratación, sino como uno de los principales beneficiarios de la llegada del 'Tata' Martino. En el Camp Nou entendían que la sintonía del técnico que sustituya a Tito Vilanova y el ganador de los cuatro últimos 'Balones de Oro' debe ser fluida y sin fisuras y no querían dar un paso en falso. Leo necesita sentirse ultra motivado, tener hambre de títulos, para rayar al nivel que le ha convertido en el mejor jugador de todos los tiempos y la comunión con el técnico es fundamental. El entrenador de Bellcaire manejó con tacto la transición y Messi no notó la marcha de Pep, el hombre que le rescató de la banda. El mismo juego, con algún matiz, y el mismo mensaje. Tata debe transmitirle la misma idea.
Con la selección argentina no necesita de estos estímulos, porque su objetivo, casi su obsesión, es conquistar el título Mundial en Brasil 2014, sea cual sea el entrenador que se sienta en el banquillo. En el Barça, en cambio, a Messi le urge sentirse seguro para expandir su talento, que su presente no dependa de alguien revolucionario que remueva el equipo y le retire esa etiqueta de 'falso 9' que tan buenos resultados le está dando, que no altere un dibujo táctico que le ha beneficiado mucho en su carrera. Messi no se discute, porque es el alma del equipo. Un conflicto interno con la estrella pondría en riesgo su implicación y un cíclo plagado de éxitos.
Con tantos jugadores cinco estrellas, el Barça necesita un orden jerárquico que Tata Martino sabe que debe respetar. Rosell y Zubi ya se lo contaron. Quienes son los capitanes, aquellos que hablan en el campo pero también fuera, a quienes hay que consultar determinados hábitos. "Debo adaptarme al Barça", avisó en sus primeras declaraciones. El mensaje ya había calado. Y eso significa asumir la herencia de Pep y de Tito. El camino está trazado y sólo hay que seguirlo. El ex de Newell's sabe cómo debe hacerlo.
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Cuando no hay noticias, hay que inventarselas y por eso la prensa se inventó que Messi fue participe en la llegada del "Tata" Martino, que más da si eso puede perjudicar al jugador ante sus compañeros, lo importante son las ventas y al día siguiente rectificar sobre la marcha
Que asuma la herencia de Pep me parece fantástico, pero hay que hacer retoques el equipo debe evolucionar, está estancado a pesar de ganar la liga. La herencia de Tito mejor ni mencionarla, cierto que hizo 100 puntos pero el equipo perdió intensidad y brillantez y tácticamente en los partidos decisivos fue un auténtico desastre. No se han hecho los cambios necesarios en la plantilla y lo vamos a pagar.
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