Brutal, extraordinario. El clásico que abrió la Copa del Rey no decepcionó a nadie. Un espectáculo con todos los ingredientes que hacen grande el baloncesto y que merecía haber sido el choque que coronara al campeón. Y en ese pulso de titanes, apelando a la épica, el Barça Regal despachó al Madrid tras dos prórrogas dejando al torneo huérfano del que todos calificaban como el gran favorito.
El choque tuvo de todo. Momentos de baloncesto brillante, durísimas defensas y nombres propios. En el el Madrid los de casi siempre: Llull, Carroll, Rudy y Mirotic tiraron del carro en el equipo blanco. Pero el Barça nunca le perdió la cara y como gran equipo que es, siempre peleó por un triunfo que, al final el destino le dio.
Inmensos Pete Mickeal y el exmadridista Ante Tomic, quien ante su antiguo equipo se tomó una pequeña dosis de venganza. Y no olvidemos a un Navarro que, medio cojo, estuvo ahí para ayudar a sus compañeros.
Fueron muchos partidos dentro de uno. Dos cuartos de homenaje al baloncesto ofensivo con idas y venidas en el marcador (11-7m 16-23, 23-32 y 35-34). El Barça sabía cómo parar a su rival pero no era capaz de plasmarlo en el marcador (46-49 al descanso).
En la reanudación cambió el partido conscientes ambos equipos de que ya cada balón podría marcar tendencia. Y pudimos asistir a un choque a partir de entonces que fue un pulso dramático, sin tregua, durísimo que acabó abocado a la prórroga.
Un período que el Barça pareció encarar cuando a falta de 2'30” dominaba por +6 (79-85). Pero la reacción del Madrid pareció dejarle la victoria a tiro. Hasta que en la última jugada, a falta de 8 décimas, un providencial Lorbek enviaba el duelo al segundo tiempo extra.
En esa segunda prórroga, la emotividad subió de tono. Pero el Barça supo tener la mente fria ante un Madrid que se la jugaba a la desesperada. Y un nuevo final igualado estuvo servido.
A 8”, un renqueante Navarro anotó dos tiros libres (105-109), Llull se jugó un lanzamiento que los árbitros dieron de tres (108-109). A 2”, Marcelinho recibió falta y no falló. El desesperado intento triple blanco se quedó muy lejos.
El Barça Regal estará en semifinales en uno de aquellos partidos que, victoria al margen, sirven para volver a creer en este Barça, ese equipo que se había mostrado dubitativo en la Liga, pero que este jueves demostró, pese a todos los problemas físicos, que tiene un colectivo ganador. El Madrid, que llegaba a esta Copa como el gran favorito, se tendrá que ir para casa.
Con el partido de Vitoria, sólo un equipo le ha podido ganar dos veces en las competiciones Endesa. ¿Saben quien es? El Barça Regal, donde evoluciona un tal Ante Tomic que el año pasado era blanco, que ahora viste de blaugrana.y que se tomó cumplida venganza. O el partidazo de Pete Mickeal, un ganador nato que se siente como pez en el agua en estos encuentros ante el Madrid. Ambos, junto a la tarea colectiva de Marcelinho, demostraron que este Barça, pese a todo, sigue siendo grande.
Grandísima victoria del Barça jugando muy bien al baloncesto y tapando muchas bocas a mucha gente que no daba un duro por nosotros. Han demostrado mucho carácter y nunca han dejado de confiar en la victoria. Este Barça cuando juega de esta manera es un grandísimo equipo.
¡¡¡¡VISCA EL BARÇA!!!!
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