Jordi Costa (Mundo Deportivo)
En la segunda mitad de la década de los setenta, un terremoto con el
nombre de 'Milonguita' Heredia revolucionó la delantera barcelonista.
Heredia era un producto del argentino Belgrano que ocupó plaza de
oriundo, que llegó a la selección española y que conquistó el corazón
del público del Camp Nou al lado de los Cruyff, Neeskens, Rexach,
Asensi o Migueli. También al lado de Rifé, que en su etapa como
entrenador propició el adiós del 'Milonguita' tras un enfrentamiento
entre ambos. Pero Juan Carlos Heredia se queda con lo bueno: "Hasta los momentos difíciles fueron de felicidad. Tener la suerte de jugar en el Barça es más valioso que jugar un Mundial", afirmó a RAC 1 en una entrevista que emitió anoche el programa 'Tu Diràs'.
Y es que Heredia se ha sentido mucho más querido en Barcelona que en Argentina: "Lo
que se vive allí no se vive en ningún otro lado, la gente te quiere.
Acá en Argentina cuando un equipo va mal quieren colgar a todos. En
Barcelona hay críticas, pero no tratan mal a las personas, sino todo lo
contrario. Seré agradecido toda mi vida por haber vestido tantos años
esa camiseta y por haber conocido a esa gente. Aquella entrada, 'tot el
camp...', cada vez que la oigo me emociono".
Naturalmente, recuerda la Recopa de Basilea, aunque se perdió la final por lesión, y la remontada ante el Anderlecht: "Fue grandioso, lo tengo todo grabado, el gol de Hansi Krankl, el mío y el de Torito".
Los seguidores veteranos recordarán una jugada peculiar que Heredia
introdujo en el Camp Nou: controlaba el balón con los talones y lo
lanzaba desde atrás por encima de su cabeza para completar un
'sombrero' sobre el defensa. "La 'bicicleta', la llamábamos. Se hacía más bien con el jugador parado, pero yo la hacía a toda velocidad", explica.
A pesar de estos detalles espectaculares –tuvo el atrevimiento de lucir
esta jugada ante el Madrid, con el Camp Nou lleno–, Heredia considera
que "lo mejor de mí era que no me arrugaba ante nadie. Los partidos
lindos eran contra el Madrid. Jamás jugué mal contra ellos. Para mí son
los blancos, no digo el nombre completo del equipo". Igualmente, confirmó a RAC 1 que en un derbi contra el Espanyol pinchó con clavos a sus rivales: "Urruti,
gran persona, me había contado en la selección que Marañón si en un
entrenamiento se hacía un pequeño corte y había barro se iba a que lo
curasen, por miedo a la infección. El siguiente partido de Liga era en
su campo y en la concentración de Vallvidrera busqué cuatro clavos.
Neeskens me pidió uno y Zuviría, otro. En el descanso los dejamos en el
vestuario y, cuando el árbitro me preguntó por los clavos, informado
por los jugadores del Espanyol, le dije: 'soy futbolista, no carpintero'".
La anécdota es fea, pero refleja una época de mucha dureza. "Me peleaba
con los defensas, con el diablo si hacía falta, por esa camiseta. Así
era mi carácter", recuerda Heredia. Y en esa época a los delanteros no
les faltaban golpes: "Puñetes, puñetazos, cabezazos... al nueve le
daban por todos lados. Fernández y Aguirre Suárez, del Granada, si les
ponías a la madre de ellos pegaban a la madre de ellos, no tenían
problemas". Y de ahí surgieron sus problemas con Rifé: "Íbamos a
campo contrario, donde daban hostias, y el nueve era el 'Milonguita'.
Pero jugábamos en casa, donde se podían marcar goles y florearse, y yo
era el enganche. El nueve era Krankl. Cogí a Rifé y le dije que o era
el nueve o el enganche en todos lados. Me dijo que jugaba si él lo
decía. Al final le dije a la directiva que si Rifé no se iba me iba yo.
Y me fui en lo mejor de mi carrera. Rifé se puso los galones muy
pronto. Le dije que no le daba dos hostias por respeto al club, que si
se las daba se iba a dormir dos días".
Como todo barcelonista, Heredia admira al Barça de Guardiola: "Es el
mejor de la historia. Hay una ventaja, que ya no se pega como en mi
tiempo, pero los demás equipos por más que quieran no podrán hacer lo
que haceel Barcelona". Y no duda sobre Messi, claro: "El 'Pulga'
es el mejor del mundo, es indudable, por mucho que lo hayan querido
comparar con Ronaldo. A Ronaldo, primero, le falta humildad. Leo sale a
jugar, Ronaldo se mira su sombra, por si está bien peinado". Heredia tampoco comparte el trato a Leo en su país: "Messi genera envidia aquí, por su forma de jugar y por sus logros. Los criollos somos una porquería", afirma con rotundidad un 'Milonguita' que no olvida algunos trances de su vida personal
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Debemos reocrdar primero que por aquella época los jugadores se debían a
su club y eran estos los que decidian si acudian a una concentración
para un partido amistoso o no.
"Milonguita" Heredia era un delantero de caracter, a pesar de ser muy
técnico con el balón si se debía pegar con un defensa, lo hacia.
Posiblemente ese caracter fue lo que le perdió ante Rife, que a pesar de
pasar a la historia como ser el primer entrenador en ganar la Recopa,
tambien es cierto que fue Lucien Müller el que logro la gesta del
Anderlecht.
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