Dídac Peyret (Sport)
Treinta años desde que Quini fue secuestrado. Treinta años desde que el
barcelonismo vivió una de las jornadas más tristes que se recuerdan.
Ocurrió el año 1981. El mes de marzo. Un domingo cualquiera. Jugaba el
Barcelona en el Camp Nou frente al Hércules y ‘El Brujo’, como se le
conocía, marcó como de costumbre. Dos goles en un partido con marcador
de tenis (6-0). Quini acabó satisfecho. Contento con el triunfo de un
Barcelona que perseguía al Atlético, líder entonces.
Tras el partido no hubo noticias suyas. Dos horas más tarde, Barcelona
era una ciudad llena de corazones desgarrados. Quini había sido
secuestrado. Precisamente él, un tipo discreto, guasón con los suyos,
muy respetuoso con los rivales. La noticia estremeció a un Barcelona
que acabaría ese curso sin título. Incapaz de ganar un solo encuentro
en los 25 días que Quini estaría en un zulo de Zaragoza. Fue casi un
mes en un sótano de dimensiones minúsculas. Sin luz, claro. Con todo el
tiempo del mundo para pensar. Incomunicado con el exterior. Con un
plato diario y Julio Iglesias como banda sonora. La liberación del
futbolista se demoró más de lo previsto porque los secuestradores -
unos amateurs- cayeron en un ataque de pánico. Conscientes que la
policía rondaba cerca, desestimaron la opción de recoger el dinero en
una papelera. En plena calle. Así lo recuerda ‘El Comercio’, que
también desvela detalles de la investigación como las amenazas de
cortar un dedo al ariete si no se recortaban los plazos.
La recepción del dinero finalmente se acordó que se haría en un banco
suizo. Y la cantidad de unos 18.000 euros. Un acuerdo entre las
autoridades de España y Suiza permitiría conocer los datos de la
persona que debía recibir la cantidad pactada. Inspectores suizos
finamente detuvieron al sospechoso, que ya había adquirido billetes para
París. Ese mismo día fue interrogado y confesó el paradero de Quini.
El ariete sería liberado a las 22.00 h.
El Barça perdió aquella Liga, pero al final ganó la Copa ya con Quini en la final ante el Sporting y marcando dos goles del 3-1.
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Recuerdo el secuetro y el impacto que tuvo en mí como si fuera ayer. El
Barça iba lanzado en persecución del AtMadrid, solo lo separaban dos
puntos. El Barça pedio a la RFEF un aplazamiento de la siguiente jornada
y que iba a deparar la suerte de aquella liga. El Barça tenía que
visitar el Calderon y una victoria podía cambiar el signo de la liga. La
RFEF y las presiones de los medios periodisticos obligaron a los
jugadores del Barça animicamente tocados a jugar un partido que no debió
disputarse. E incluso Ramírez su sustituto ante el Atletico se negó a
lucir el 9, y llevo el 14... Pero eso no evito quelos jugadores salieran
con la mente en el zulo donde estaba Quini
El Barça en los 25 días que duro el secuestro no ganaría ningún partido y
cosecho tres derrotas (AtMadrid [1-0], Salamanca [2-1] y Real Madrid
[3-0] y un empate contra el Zaragoza [0-0]. Desde el secuestro jornada
27 hasta la jornada 34 solo pudo conseguir 6 pts.
Me alegro que ahora leamos esta noticia que tuvo un final feliz... la
liberación del Pichichi Quini. Que a pesar de perderse cuatro jornadas
consiguió el Pichichi en lucha con Juanito (qepd) del Real Madrid
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