Cathonys

Cathonys
Mushofutbol

diumenge, 13 d’abril del 2008

Cap. 61: Lionel Messi "La Pulga" (I)


Lionel Andrés Messi (Rosario[Argentina]) el 24 de junio de 1987) jugador argentino que juega como mediapunta o delantero por la derecha en e Barça. Es internacional por Argentina, con la que se proclamo campeona del Mundial s/20. Este año ha quedado 2º en el Fifa World Player
Lo descubrió Salvador Ricardo Aparicio. Allí, una tarde, Don Salvador conoció a un enanito que no tenía ni cinco años. Aún no lo llamaban Pulga, pero su físico chiquito y su andar saltarín e inquieto ya presagiaban el apodo que recibiría con el tiempo... Era Lionel Andrés Messi.
- ¿Se acuerda exactamente cómo lo conoció?
- ¿Y cómo no me voy a acordar si fue una de las cosas más lindas que me pasaron?! Ese día me había tocado armar el equipo de la categoría 86 de Grandoli. Yo creía que tenía a los siete jugadores, pero me di cuenta de que todavía me faltaba uno. Con seis no podía ju
gar. Entonces, con una remera y un pantaloncito con los colores del club en la mano, empecé a mirar hacia la tribunita donde normalmente van los familiares de los chicos, cerquita del alambrado. Y lo vi a Leo... Chiquito, meta patear contra una pared. Estaba con su mamá y su abuela, había ido a ver a uno de sus hermanos, no me acuerdo si a Rodrigo o a Matías.
- ¿Y entonces?
- Y entonces me acerqué y le dije a Celia, la mamá de Lionel: "¿Me lo prestás?". Y ella me contestó: "¿Para qué? ¿Para jugar? Pero si casi no sabe...". Como dudaba, le dije: "Mirá, lo pongo por la derecha, al lado de la puerta. Cosa de que si se pone a llorar, estás vos al lado y lo podés sacar". Así, fui el primero que puso a Messi en una cancha. Aunque tuve en cuenta que el nenito era 87, un año más chico, y no quería que lo lastimaran. Al final, Celia aceptó, se lo llevó al baño y le puso toda la ropita del equipo.
- ¿Cómo fue el partido?
- Lo puse abajo. Vino una pelota, le pasó por la derecha y ni la miró. Por ahí llegó otra y le cayó en la zurda. ¡Salió gambeteando como si hubiera jugado toda la vida! No lo saqué nunca más. Jugó todo ese año en el equipo de la Categoría 86 y después, cuando empezó la 87, se pasó con los chicos de su edad.
- ¿Y andaba bien?
- Sí, hacía seis o siete goles por partido, pero ya era delantero. Tengo un cassette con goles espectaculares de Lionel. ¡Era una cosa de locos! Y no tenía ni cinco años todavía. Por eso te digo: después de esa jugada, al otro día lo puse de delantero, si era un fenómeno.


Asi es como Salvador Ricardo Aparicio, descubrió una joya para el fútbol.
A los siete, a instancias de su hermano Rodrigo se fue a Newells, donde permaneció hasta los trece años.
Su padre Jorge comprendió desde el primer momento en que lo vio dormir la pelota en la punta de su pie, de que Leo era diferente. Con cuatro años ya bailaba a sus hermanos que tenían siete y cinco años más que él.
Fue en Newells donde comenzó a deslumbrar a todos. En 1999 Enrique Domínguez, lo dirigió en las categorias inferiores, de él dice: "Lo dirigí en 1999, pero lo conocía desde la escuela de fútbol, cuando él tenía siete u ocho años. Y con la pelota el pibe hacía cosas en contra de la física. Al único que le vi realizar jugadas así fue a Maradona".
Pero no todo fue un camino de rosas para el chaval. A los once años se le detectó un problema con las hormonas de crecimiento , por lo visto tenía pocas y por eso se estaba retrasando su desarrollo óseo. El tratamiento era carísimo 1800 $ cada dos meses
Por un año y medio, la obra social y la Fundación Acindar, empresa en la que su padre trabajaba, los ayudaron, sin embargo después el panorama se complicó. Leo tenía que inyectarse dos veces al día para regular su crecimiento, aún seguía siendo más pequeño que los demás pero sobre el césped era el mejor. Su padre no podía mantener el alto coste del tratamineto por lo que decidió marcharse a Cataluña para ganar más dinero. Habló con los primos de su madre que viven en Lérida y lo preparó todo para cruzar el charco. Mientras su hijo había ido a probar a River, donde los problemas burocráticos frenaron su pase. El chaval acabó en Rosario y entonces surgió el interés del Barça.
Su padre Jorge al saber del interés del Barça, cruzó el charco con Leonel y lo llevó a probar con el Barça. y a través del agente Jose María Minguella lograron que se realizara una prueba.
Era septiembre del 2000 cuando Lionel Messi pisó La Masia por primera vez. Tenía 13 años y soportaba un tratamiento hormonal con inyecciones para curar su problema de crecimiento. No medía ni 1,40. Sentado en un banco a la espera de la prueba en los infantiles del Barcelona, sus pies no llegaban al suelo...
Rexach recuerda en el vídeo el campo de entrenamiento donde se había preparado un partidillo de chavales para la prueba. Detalla como subió las escaleras que daban acceso a la pequeña grada y que, mientras caminaba para sentarse en el banquillo, rápidamente tuvo el impacto visual de aquel pequeño diablillo y exclamó: “¡Cojones, a qué esperamos para ficharlo!”A pesar de jugar con niños dos años mayores que él, generó una gran impresión, a pesar de sus problemas de crecimiento y la importante diferencia física que a esa edad esto supone. El club catalán se ofreció entonces a pagar el costoso tratamiento a cambio de que el futbolista fuera incorporado al equipo infantil, donde rápidamente comenzó a destacar.
Cuando el Barça decidió incorporarle al fútbol base, pasaron casi seis meses entre la fecha de su fichaje y la emisión del transfer. En ese tiempo, como infantil, sólo podía participar en torneos amistosos. Rodolfo Borrell, que fue su primer entrenador, le recuerda en la grada viendo a sus compañeros jugar: "Me daba mucha pena, pero nunca se quejó". Además, era muy tímido, y eso, según recuerda Cesc, "complicó su integración". "Se sentaba al fondo del vestuario y no hablaba", recuerda Vázquez, uno de sus amigos.
Hasta bien entrada la temporada 2001-02 los problemas no se solventaron. Tito Vilanova, entrenador entonces del cadete B, hace memoria: "Cogí el equipo en diciembre y hasta mayo sólo podía jugar amistosos". Pese a ello, "su comportamiento siempre fue de 10 en esos momentos duros".
En los despachos, el Barça hizo "lo que tenía que hacer", según Antón Parera, por la época hombre de confianza de Joan Gaspart. "No íbamos a pelearnos con el Newell's por un jugador de 13 años. Simplemente, le dijimos al padre que, si hallaba trabajo en Barcelona, su hijo quedaba invitado a jugar en La Masía". Parera no lo explica, pero la oferta de trabajo partió del club y era parte del plan de intenciones previstos en el documento del Pompeya...
Claro que luego llegaría su paso por el Juvenil y de ahi al B y al primer equipo con apenas 19 años. Es nuestro crack