El 15 de julio de 1978 se disputaba el partido de vuelta de la Copa de Europa de hockey patines en Bruselas. La expedición blaugrana con Josep Lluis Núñez a la cabeza tuvo que hacer escala en Ginebra para enlazar un vuelo desde allí a la Ciutat Comtal. Pero los controladores aéreos de Suiza y su huelga jugaron una mala pasada al presidente que, junto a los jugadores y cuerpo técnico tuvieron que coger un tren sin literas ni restautante y tratar de llegar a tiempo a la presentación de la plantilla del primer equipo al día siguiente. Para conseguir este fin, Josep Núñez telefoneo a Joan Gaspart para que fuera a esperarle en Portbou. Asi lo hizo Gaspart y Núñez abandono el tren en la frontera para montar en el coche de Gaspart, que demostró ser un chófer de primera al llegar a tiempo ambos a la presentación
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