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La continuidad de Eric Abidal se decidió en una votación privada en el
seno del FC Barcelona. El futuro del jugador francés estaba en el aire
porque acababa contrato y porque sale de una enfermedad que le ha
apartado de los terrenos de juego durante muchos meses.
Abidal había jugado cinco de los últimos partidos de la temporada, un
partido completo, uno media parte y el resto no más de un cuarto de
hora. Su continuidad estaba en el aire porque por un lado se podía
entender que razones humanitarias empujaban a seguir en el equipo pero
razones deportivas hacían dudar de esta necesidad.
El club estableció que si había de ser renovado no podía ser una
decisión política sino meramente deportiva y aquí Tito Vilanova tenía la
palabra. Consciente de la decisión de Sandro Rosell, el técnico le
expuso el siguiente planteamiento a Andoni Zubizarreta: “Quiero una
plantilla de 21 jugadores más jugadores del filial. Aceptaría esta
plantilla quedara en 22 si este es Abidal siempre y cuando los médicos
me garanticen que podré contar con él o haya un empate en esta
votación”, le dijo.
La última palabra no correspondería a Tito ni a Andoni Zubizarreta sino a
los galenos que han estado siguiendo su enfermedad desde que cayera por
primera vez en el 2010. Fue Andoni Zubizarreta el encargado de sondear a
todas las partes implicadas y el resultado de la votación acabó siendo
el anunciado en una rueda de prensa entre el propio Zubi, Rosell y
Abidal.
Después de seis temporadas, en el defensa francés dejaba la entidad
azulgrana porque ningún médico se atrevía a pronosticar que Abidal
podría mantener el nivel que exige la competición de élite, nadie se
atrevía a asegurar con certeza de que Abidal podría estar en condiciones
para seguir un año más en la Champions y en la Liga y compitiendo con
sus compañeros por un puesto en el equipo.
La situación de Abidal contrasta con la del propio Tito Vilanova, que ha
sufrido una enfermedad de similar calibre. Todos los médicos le
aseguran al técnico que factores como la presión, el trabajo continuado,
la falta de descanso y los nervios no son agravantes para una posible
recaída. Tito Vilanova puede recaer pero, según los médicos, no
condicionados por estos factores a los que está expuesto un entrenador
del Barcelona.
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Como dije el día que supimos que Abidal no contaria, la decisión no ha
sido de Tito, sino del cuerpo medico del club blaugrana. Estos por
algunas razones no ven apto al jugador para rendir al máximo nivel en un
club como el FC Barcelona. Es evidente que ambos casos del Tito y el de
Abidal son diferentes ambos tendran presión, pero también Abidal debe
rendir físicamente y esto no le hace falta a Tito
"Abi", recibió un trato exquisito del Barça, en su enfermedad e incluso
se le renovo sin saber que pasaría por una temporada más y ahora,
homenaje y reserva de puesto de técnico para cuando se retire. Si quiere
correr riesgos es libre, su contrato finalizó, como el de otros.
Lamentablemente para "Abi", no veo muchos clubes peleandose por
ofrecerle un nuevo contrato. Ofrece entrevistas en Francia y en España
poniendose en el escaparate y rajando de la directiva. Cuando la culpa
es de esos que han estado con el día a día y es posible que sepan más
que nosotros de su estado físico
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