dissabte, 2 d’octubre del 2010

Ningún padre vive de su hijo futbolista

Jordi Gil/Ivan San Antonio (Sport)

El fútbol formativo del Barça cuenta desde este verano con dos nuevos responsables, Guillermo Amor y Albert Puig. Su objetivo nada más llegar fue actualizar la línea de trabajo marcada a lo largo de los últimos 25 años, con una mayor profesionalización de los técnicos y potenciando tanto los valores futbolísticos como, sobre todo, los humanos, de todos los jugadores de su área; es decir, desde los prebenjamines hasta los jugadores de 16 años.

En sus primeros días en el cargo, ambos formaron una estructura en la que tienen cabida técnicos que ya estaban en el club y otros del resto de Catalunya. Puig explica que “anteriormente todos los entrenadores trabajaban a tiempo parcial. Ahora los técnicos de fútbol once y el coordinador de fútbol siete trabajan a jornada completa. Con la fórmula de antes, acababas destrozado”.

A nivel contractual, el cambio radica en que “antes se hacían año a año y parecía que su continuidad dependiera del resultado cuando había algún entrenador que llevaba ya 14 años en el club. Ahora buscamos una estabilidad de tres años contractuales”.

Tanto Guillermo Amor como Albert Puig coinciden en reconocer que “decir que empezamos de cero sería demasiado pretencioso. Desde hace 20 años se hace un buen trabajo en el fútbol formativo con hombres como Oriol Tort, Laureano Ruiz, Olivé, Serra Ferrer, Alexanco… Nosotros hemos dado otro impulso. Hemos formado un grupo de seis o siete entrenadores a los que formamos con una metodología. Queremos tener una cantera de entrenadores, al igual que ocurre con los jugadores, y ojalá que alguno pueda dirigir algún día al primer equipo”.

La nueva Masia está llamada a ser otro puntal del fútbol base, cuya construcción debería estar finalizada para la próxima campaña, ya que “tenemos que ser como una familia. Nos encanta que todo esté centralizado para facilitar la comunicación, aunque tenemos suerte de contar con gente como Pep, Tito o Altimira, con los que la comunicación es permanente”.

Su objetivo es fomentar los valores humanos de los chicos y buscar un perfil “como el de Xavi o el de Puyol. Se trata de que tengan una educación, disciplina y humildad. Un mal gesto es castigado y todo esto les ayudará a ser profesionales. Les inculcamos los valores que algún día pueden permitirles jugar en el primer equipo”.

Ante todo, los responsables del fútbol formativo valoran que los chicos “quieran estar en el Barça. Seguro que se repetirán casos de jugadores que se marcharán a Inglaterra o a otros clubs, pero en ese caso tampoco hay que hacer un drama”. Amor y Puig sólo reciben a representantes de jugadores mayores de 14 años y sólo si tienen una autorización de los padres. El primer contrato laboral puede firmarse a los 16 años, aunque recalcan que la cantidad que perciben “no da para que un padre viva del niño. Lo más importante que ofrece el Barça es La Masia y los estudios”.

Los dos responsables inician su jornada laboral a las nueve de la mañana y pasan unas doce horas diarias en la Ciutat Esportiva, con reuniones matinales y siguiendo los entrenamientos por la tarde. Los fines de semana se reparten los partidos y sólo descansan el domingo por la tarde. Amor insiste en que “lo hacemos por pasión y por sentimiento. Esto es lo que nos gusta... estar en el Barça es lo máximo”.

El fútbol base es su vocación y el ex jugador del ‘Dream Team’ subraya que “aquí no te puedes apuntar medallas si sube algún futbolista al primer equipo, porque es un trabajo colectivo de mucha gente”. Puig añade que para todos es una gran motivación ver “como Pep Guardiola incluso viene a ver entrenamientos de infantiles…Imagínate lo que esto significa para los chavales”.

Por tanto, las directrices están muy claras y su filosofía es contraria a la de “querer subir rápido y ganar dinero pronto. Aquí se buscan otros valores”.
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Bueno los anteriores contratos eran muy pocos los "padres" vivian de sus hijos... A la mayoria que yo sepa al padre si de era de fuera se le daba un trabajo y no en el club, sino que se le buscaba y con las referencias FCB, pues es lógico que sea más fácil encontrar algo. No creo que ni Guillem Amor ni Albert Puig, hayan descubierto ahora la piedra filosofal de la cantera...
Lo que me parece estupendo es profesionalizar a la banqueta de los distintos filiales, de esa manera siempre estara el entranador del equipo, ahi en el cesped para correguir y es que a veces y por motivo de trabajo era otro compañero el que le sustituia... por lo demás veremos que pasa a partir de hoy en la cantera y es que mientras los jugadores suban sera un exito, sino un fracaso

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