El 1 de marzo de 2013, la Conselleria de Interior confirmaba esta que
expedientaba al Barça por lo sucedido durante el partido de vuelta de
las semifinales de la Copa de España (26 de febrero de 2013), tal y como
había avanzado "El Periodico". La Conselleria de Interior consideraba
los hechos como una falta muy grave, por lo que el club afrontaba una
multa que puede oscilar entre los 60.000 y los 600.000 euros
La Dirección general de Administración de Seguridad abrió el expediente
por dos motivos: la entrada de material pirotécnico al campo y los
incidentes ocurridos dentro del propio estadio durante el clásico, un
partido considerado de alto riesgo.
El lanzamiento de la bengala se produjo durante la segunda mitad del
partido y, aunque en un primer momento se pensó que habían sido los
hinchas radicales del Real Madrid los que la habían encendido, las
cámaras de seguridad mostraron después que el artefacto había sido
lanzado primero contra los seguidores madrididistas y que estos lo
lanzaron después de vuelta hacia abajo.
Los Mossos trataban de averiguar cómo accedió la bengala al campo, sin
ser detectada en los controles de seguridad, y quién la introdujo. Los
Mossos constataban además que el dispositivo de seguridad diseñado por
el club era insuficiente para un partido calificado de alto riesgo
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