El 19 de julio de 2012, la planificación de Xavi Llorens para construir un conjunto que pudiera pelear por la Champions en cinco o seis temporadas le llevaba a reforzarse con cuatro jugadoras de la selección Sub/19, flamante subcampeona de Europa.
La centrocampista y extremo izquierda Alexia Putellas (UD Levante), que había jugado en el FC Barcelona, RCE Espanyol y CE Sabadell, sería el fichaje estrella. Junto a ella llegaban la portera Esther Sullastres (UE L'Estartit), la mediocentro Virginia Torrecilla (Sporting At. Ciutat de Palma) y la medio ofensiva Gemma Gili (Valencia CF), una de las capitanas de la Sub/19 junto con Alexia. Del filial subiría Zaira Flores, que podía actuar en la medular y atrás.
Las cinco cubrian las vacantes dejadas por la meta Eli Sarasola, que se iba a estudiar a Estados Unidos, la centrocampista Montse Tomé, que regresará a su Real Oviedo natal, la delantera argentina Ludmila Manicler, que seguirá con sus estudios en su país, y la también argentina Florencia Quiñones, operada de una rodilla en el mes junio y que no regresaba hasta febrero.
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