El 28 de mayo de 2010 (pronto se cumpliran 12 años y poco se ha avanzado), el Ayuntamiento de Barcelona, en el pleno del día se aprobaba la modificación del Plan General Metropolitano (PGM), promovido por los consistorios de Barcelona y Montcada i Reixac, por la que se recalificaban los terrenos del "Miniestadi" y se compensa la pérdida de espacio dedicado a equipamiento deportivo.
La propuesta se aprobaba con los votos a favor de PSC, CiU y ERC, y en contra del PPC y de ICV-EUiA (socio de gobierno del PSC en el ayuntamiento), que se ratificaron en sus posturas contrarias al proyecto del equipo blaugrana.
El concejal de ERC Ricard Martínez explicó su apoyo al proyecto, aunque en el trámite en comisión había hecho una reserva de voto, porque considera que el plan tenía "garantías jurídicas" de que se mantendrian las orientaciones económicas sobre cargas acordadas con el club.
En el debate, tanto CiU como ERC criticaban la postura de los ecosocialistas contraria al proyecto de transformación de los terrenos del Miniestadi. El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, intervino al final de la discusión y señalaba la importancia de que tras doce años de debate y dos de trabajo se hubiera alcanzado "un pacto de ciudad claramente positivo" tanto para la capital catalana "como para el propio proceso de transformación del Fútbol Club Barcelona". Tras esta aprobación, el expediente de modificación pasa a la Subcomisión de Urbanismo del municipio de Barcelona para que lo apruebe de forma definitiva. Finalmente en enero de 2020, se demolió el Miniestadi, para construir el nuevo Palau Blaugrana
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