El 23 de noviembre de 2011, una vez más la UEFA fue impermisible. El FC
Barcelona pretendía saltar al césped de San Siro, el 25 de noviembre,
donde se mediría al AS Milan en Liga de Campeones, con una camiseta con
un mensaje de apoyo a "Tito" Vilanova. Los jugadores pretendían
homenajear a su segundo entrenador, que había sido operado por sorpresa
de la glándula parótida, y que le mantendría alejado de los terrenos de
juego durante el siguiente mes.
El máximo organismo del fútbol europeo vetaba la iniciativa culé de
portar una camiseta con el lema 'Anims Tito', ya que contravenía la
normativa. En este caso, la UEFA solo permitía lucir una elástica de
este tipo al término del encuentro. Un acto lamentable del estamento
europeo que dejaba en evidencia su poco tacto con los profesionales que
mantienen este deporte
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