El 1 de marzo de 1990, la larga historia barcelonista en materia de
juzgados vividos a lo largo de su historia, vivía un último episodio con
un pleito... ¡sobre el himno del club!. La júez Inmaculada Zapata,
titular del Juzgado de Primera Instancia número l, emitía una sentencia
por la que se otorgaba al FC Barcelona la propiedad del himno "Cant del
Barça" y en la que se declaraba la nulidad de la inscripción realizada
en relación al mismo en el Registro de la Propiedad intelectual.
En su día, la Sociedad General de Autores de España (SGAE) presentaba
una demanda en nombre y representación de las viudas de los compositores
Manuel Valls y Jaume Picas, ganadores del concurso-oposición que la
entidad convocó durante el segundo mandato del presidente Agustí Montal.
El club demostró en el proceso que el concurso se había con vocado
públicamente y que, según sus bases, Manuel Valls y Jaume Picas
recibieron cien mil pesetas por el himno. La defensa de los intereses
del club blaugrana estuvo en manos del abogado Pau Miserachs, del que
había sido anteriormente secretario barcelonista, Antoni María Muntañola
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