Claudia Granja (@c_granjafranch)
- El fiestero: da igual cómo acabe el partido que siempre hay una
excusa para celebrar algo. Si el Barça gana hay que celebrarlo y si
pierde hay que ahogar las penas. Se apunta a todos los planes, en el
campo o en el bar, y le encanta estar rodeado de otros aficionados con
su entusiasmo.
- El que pasa de todo: no le gusta el fútbol, pero se ve
arrastrado por todos sus amigos al bar para ver a su equipo. Intenta
mantener otras conversaciones y contar con la compañía de alguien de su
condición e ignorancia futbolística para no pasarse 90 minutos mirando
el televisor, pero se le despierta un interés desconocido cuando hay
goles.
- El fan interesado: es la condición posterior al fan que pasa de
todo. La evolución personificada. Con el tiempo ha aprendido a apreciar
este deporte, y aunque no sea un fiel seguidor, ha aprendido a
entretenerse. Además, con un solo partido tendrá referencias para meses y
meses de conversaciones futbolísticas. Saca el máximo rendimiento a sus
horas invertidas observando este deporte.
- El incondicional: no se pierde un partido. Da igual si es
amistoso, fase de grupos de la Champions League, el clásico, o un
partido de la Copa del Rey contra un segunda división. Su pasión por el
Barça va más allá y tiene el corazón de color azulgrana. Siempre con su
equipo.
- El chulo: puede saber más o menos de fútbol, pero siempre
confía en su equipo. Suele ser un aficionado joven, que no ha vivido los
años de pena barcelonista cuando no se ganaba ni una triste Copa del
Rey en años. Messi es su Dios, tiene fe ciega en él y no duda en chulear
de ello ante sus amigos y la prensa cuando hay partidos frente a los
eternos rivales como Espanyol o Real Madrid. Su personalidad es una
mezcla entre el ímpetu que da la juventud, la gloria del Barça en los
últimos 15 años, el descaro y el atrevimiento, aunque estos son los
menos frecuentes. La prudencia lo es todo en el barcelonismo.
- El digital: ni va al campo ni baja al bar. Se las apaña como
puede para verlo desde aplicaciones online y le gusta vivir la otra cara
del deporte. Las redes sociales. Le encanta ver los comentarios y
críticas de otros aficionados y no duda en hacer bromas y memes ante los
errores de su equipo o el rival. No entiende el partido sin un
comentario en Twitter. Vamos, un postureti.
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