El 17 de agosto de 2020, Quique Setien era destituido. La derrota contra
el Bayern Münich era la gota que colmo la gota y ya se había salvado
tras perder la liga. Porque la mayoría de los directivos pedían su
cabeza y que se la jugaran con García Pimienta, pero como Bartomeu como
presidente es nefasto, quería tener ese paracaidas que significa Quique
Setien. Esa humillación ha pesado demasiado para poder mantener al
técnico cántabro en el cargo, que llegó prometiendo buen juego y no solo
no lo ha logrado sino que ha acabado su etapa sin ningún título, algo
que no sucedía desde 2007/08, a pesar de que se hizo con el equipo líder
en la Liga. Esta situación me ha recordado a una pasada cuando Radomir
Antic, era destituido por el Real Madrid. Eran lideres y su puesto fue
ocupado por Leo Beenhakker, era la primera liga de Tenerife y una
sorprendente derrota del Madrid en la última jornada. Que en verdad,
también estoy seguro que con Ernesto Valverde esatriamos en la misma
situación, tampoco era entrenador para esta plantilla
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