El 21 de febrero de 2013, Sandro Rosell se reunía en Tel Aviv con el
presidente de Israel, Shimon Peres, para consolidar la iniciativa del
equipo blaugrana de celebrar un partido de exhibición, el 31 de julio,
entre el FC Barcelona y un combinado de los mejores jugadores de Israel y
de Palestina.
Las conversaciones previas en este sentido y el entendimiento en este
primer contacto de Sandro Rosell, que viajo acompañado del
vicepresidente Javier Faus, hacian suponer que el partido sería un
avance muy importante en la convivencia de las dos comunidades y la paz
entre ambas. Hubo un intercambio de camisetas como símbolo de este
acuerdo y una declaración conjunta.
Rosell visitó la Ciudad Santa de Jerusalén y después se desplazó a
Ramallah, la capital de Cisjordania, para realizar el mismo encuentro
con el presidente de la autoridad palestina, Mahmud Abbas.
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