El 14 de octubre de 1975, Rinus Michels se le veía enfadado por las criticas de los medios y de la afición por su ausencia al entrenamiento del día anterior. Michels había estado en Rotterdam, para presenciar el encuentro entre Holanda e Irlanda del Norte. Para muchos esos entrenamientos visperos al enfrentamiento contra el Atlhetic Club. En declaraciones a la prensa, Michels confirmaba que su viaje a Holanda eran por motivos profesionales y que el club le había enviado a espiar ciertos jugadores para un futuro
- "Ustedes se preguntarán por qué fui a presgnciar el Holanda - Irlanda del Norte, y yo les resporndo que si he presenciado, no sólo éste, sino tres partidos más en muy pocos días, se debe únicamente a que el Barcelona estaba interesado en que así fuera. Y tratándose de los intereses del club, mi obligación está por encima de cualquier otra cosa" [...] "Sí. He viajado por necesidades técnicas del Barcelona. Y mi regreso el lunes. entrenando ese mismo día y a primera hora del martes, considero que me inmuniza de toda crítica".
Como siempre ese entorno tan perjudicial que siempre ven tres pies al gato y que lleva muchas veces a que un grano de arena se convierta en una montaña dificil de superar
- "Ustedes se preguntarán por qué fui a presgnciar el Holanda - Irlanda del Norte, y yo les resporndo que si he presenciado, no sólo éste, sino tres partidos más en muy pocos días, se debe únicamente a que el Barcelona estaba interesado en que así fuera. Y tratándose de los intereses del club, mi obligación está por encima de cualquier otra cosa" [...] "Sí. He viajado por necesidades técnicas del Barcelona. Y mi regreso el lunes. entrenando ese mismo día y a primera hora del martes, considero que me inmuniza de toda crítica".
Como siempre ese entorno tan perjudicial que siempre ven tres pies al gato y que lleva muchas veces a que un grano de arena se convierta en una montaña dificil de superar
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