El 28 de enero de 1992, después de cruzar el ecuador de la Liga como
líder de la clasificación, la junta directiva del club, presidida por
Ramón Mendoza, decidia destituir a Radomir Antic de su cargo. Leo
Beenhakker, que ejercía las funciones de manager desde que fue fichado a
inicios de temporada, se haría cargo del equipo a partir del día
siguiente. El penoso espectáculo ofrecido por el equipo el domingo ante
el CD Tenerife y la crisis de resultados de las últimas semanas
provocaron que Ramon Mendoza, apoyado por sus directivos, tomase una
decisión que ya estuvo a punto de ejecutar al principio de la temporada.
La destitución de Antic que llevaba una racha de 14 victorias, 3
empates y dos derrotas... Era el lider indiscutible de la liga con tres
puntos de ventaja (en la liga de los dos puntos) sobre el FC Barcelona
que era el segundo clasificado. A la larga este cambio de entrenador
beneficiaria al equipo blaugrana, que llego con posibilidades de ser
campeón si el Madrid, perdía en Tenerife, como asi paso. Desperdiciando
incluso una ventaja hasta de ocho puntos a lo largo de la temporada
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