Cap. 2376: El "Caso Hesperia"

En enero de 2002, estallaba el "Caso Hesperia", por lo visto 19 de enero, en la noche previa al partido Rayo-Barca, algunos jugadores, según desvelaron diversos medios de comunicación, participaron, presuntamente, en una juerga sexual en una habitación del hotel en el que se alojaban. Los medios de comunicación eran la página web micanoa.com y Telemadrid que se hacian eco de una "orgia" en ese hotel. Los jugadores señalados eran Cocu, Dani García, Kluivert, Gerard y Gabri que según esas fuentes se lo montaron a los grande con cuatro lituanas y dos españolas.
La información saltó a la opinión pública después de una noticia emitida por Tele Madrid, según la cual cinco jugadores del Barcelona habrían contratado los servicios de unas profesionales del sexo en el hotel Hesperia y habrían efectuado un pago de 3.000 euros (medio millón de pesetas).
Además, ese portal de internet (micanoa.com) facilitaba el nombre de los jugadores, que presentarian una demanda judicial contra ambos medios. Esta noticia causó malestar en la entidad y entre los propios afectados.
Finalmente Telemadrid y micanoa no pudieron presentar un solo documento que atestiguaran lo que afirmaban. Eso sí consta que entre el material facilitado por el abogado que lleva el caso para los blaugrana una cinta en la que Siro López, jefe de deportes del canal autonómico madrileño, aseguraba que tenía todas las pruebas y "sólo me faltan las bragas de las señoritas". Entre los nombres de esas chicas aparecieron nombres como el de una Yasmine y el de Sonia Monroig, incluso el de un pobre seguidor, Miguel "el Asturiano", al que convertían en organizador de la juerga, que si estaba en la famosa habitación 821, pero estaba con su esposa, como quedo demostrado por los empleados y el director del hotel.
Finalmente la Audiencia de Barcelona confirmaba en su sentencia que condenaba a Telemadrid y al portal de Internet Micanoa.com a indemnizar con 120.000 euros a cada uno de los cinco jugadores del FC Barcelona. La perdida del juicio se debió principalmente a la falta de pruebas facilitada por ambas fuentes.