De esta manera tan contundente se presentaba Johan Cruyff, el día 22 de
julio de 1988, en su "premiere" como entrenador del FC Barcelona. La
presencia del holandés, así como las numerosas caras nuevas que
presentaba al equipo con respecto a la temproada anterior, despertó el
interés de la afición, que en número de 40.000 personas se dio cita en
el coliseo barcelonista. Junto al holandés y su equipo de colaboradores
se presentaron también López Rekarte, Salinas, Soler, Hierro, Serna,
Bakero, Eusebio, Unzué, Valverde y Begiristain. En los parlamentos, el
presidente Núñez insistió, después de los sucesos del pasado curso,
refiriéndose especialmente al Motín del Hesperia, que "sin unidad no
habrá títulos". El Flaco, por su parte, no pudo ser más claro: "Ahora
empieza mi ley. El que se pase pagará las consecuencias" [...] "Hay que
olvidar el pasado y pensar que ahora se inicia una nueva etapa. Yo
pediría que ayudaran a la plantilla porque es la que nos tiene que dar
los éxitos" [...] "Es lógico que en una plantilla haya siempre alguien
que lleve la voz cantante. El más fuerte siempre se levanta..., pero si
lo hace con mala intención... ¡lo cortaré!"
Sorprendio a los aficionados que Johan en su debut como entrenador llevase un polo blanco, con el escudo del Barcelona
Sorprendio a los aficionados que Johan en su debut como entrenador llevase un polo blanco, con el escudo del Barcelona
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