Josep Sunyol entraba el verano de 1927 como delegado del FC Barcelona y
1928 Sunyol ya era directivo. Su ascendencia en la sociedad catalana iba
en aumento. En 1934 declinó ser candidato a presidente, proponiendo en
su lugar Esteve Sala, quien contó con Sunyol como uno de los principales
directivos. Por cuestiones de salud, Sala tuvo que renunciar un año
después al cargo y fue en ese momento cuando finalmente Sunyol llegaba a
la presidencia del FC Barcelona.
El Barça de aquellos años ya era uno de los más grandes de España, pero estaba a años luz del gigante actual. Josep Sunyol y Esteva Sala tuvieron que hacer frente a una importante crisis económica e institucional, de la que salieron de ella y consagraron el club como campeón de Cataluña y subcampeones de la Copa de España. La conducción de la institución blaugrana que ejerció Sunyol, más allá de un catalanismo desacomplejado, pretendía que el club tuviera conciencia social para sumarse a los servicios culturales y políticos, además de deportivos.
Dos semanas antes de la Guerra Civil adelantó que dejaría el cargo de presidente, si bien apuntó tareas a realizar como la remodelación del campo de Les Corts, la reorganización de secciones como las del atletismo y el rugby, varias estrategias para acabar con la mano del Real Madrid en el Comité Nacional de Fútbol.
Con la presidencia de Josep Sunyol, el Barça se reforzó y contrató a jugadores tan contrastados como Iborra, Balmanya, Areso, Escolá, Raich, Cabanes, Bardina, Argemí, Babot, Franco, Pagés, Munlloch, el uruguayo Fernández y el húngaro Berkessy.
El Barça de aquellos años ya era uno de los más grandes de España, pero estaba a años luz del gigante actual. Josep Sunyol y Esteva Sala tuvieron que hacer frente a una importante crisis económica e institucional, de la que salieron de ella y consagraron el club como campeón de Cataluña y subcampeones de la Copa de España. La conducción de la institución blaugrana que ejerció Sunyol, más allá de un catalanismo desacomplejado, pretendía que el club tuviera conciencia social para sumarse a los servicios culturales y políticos, además de deportivos.
Dos semanas antes de la Guerra Civil adelantó que dejaría el cargo de presidente, si bien apuntó tareas a realizar como la remodelación del campo de Les Corts, la reorganización de secciones como las del atletismo y el rugby, varias estrategias para acabar con la mano del Real Madrid en el Comité Nacional de Fútbol.
Con la presidencia de Josep Sunyol, el Barça se reforzó y contrató a jugadores tan contrastados como Iborra, Balmanya, Areso, Escolá, Raich, Cabanes, Bardina, Argemí, Babot, Franco, Pagés, Munlloch, el uruguayo Fernández y el húngaro Berkessy.
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