dilluns, 17 de novembre del 2014

Cap. 1383: Tres técnicos, tres estilos, una plantilla y una liga

Sorprende que casi con una misma plantilla se pueda ver esa diferencia. Entre 1982/83 y 1984/85 pasaron por el club tres técnicos. Con apenas cambios, sería el última el que llevaría al equipo al triunfo en la liga once años después de la Liga de Cruyff
Josep Lluis Núñez fichaba en verano de 1982 a un joven Maradona, contra el criterio de Udo Lattek. Allan Simonsen seria el sacrificado. También trajo, de golpe y porrazo, a Julio Alberto (AMadrid), "Periko" Alonso (RSociedad), Urbano (Espanyol), Marcos (AMadrid) y "Pichi" Alonso (Zaragoza). El técnico alemán, con Schuster recuperándose de la salvajada de Goiko, tenía una plantilla de ensueño. Pero el "puzzle" no encajó y Maradona acabó imponiendo a César Luis Menotti.

El "Flaco" Menotti, venía como campeón del mundo y estuvo temporada y media y dejó para la historia momentos como la Copa de 1983, con el vuelo de Marcos y las "botifarres" de Schuster a Stielike, o la Copa de la Liga con el choque Juan José con un poste de una de las porterias del Bernabeu. Pero tampoco ganaba la Liga. Tras la segunda temporada, en la que Goiko, "verdugo" de Schuster, había completado su doblete particular lesionando esta vez a Maradona, Menotti arrojó la toalla. Bobby Robson, mánager de la selección de Inglaterra, dijo "no" al Barça, pero recomendó a Terry Venables. El inglés cogió la base del equipo de Menotti, que a su vez había aprovechado el trabajo de Lattek, e introdujo dos novedades: Archibald por Maradona (se había ido al Napoli) y la presión por todo el campo. La secuencia Simonsen-Maradona-Archibald señala los cambios en los estilos de tres técnicos que trabajaron casi con la misma plantilla. Con Lattek el Barça era un rodillo conducido por Schuster y Simonsen; con Menotti, todo pivotaba alrededor de Maradona. Se sacaba el balón tocando, Schuster dirigía mientras Víctor y "Periko" corrían por él y delante Maradona hacía lo que quería, con Carrasco y Marcos en los flancos. Menotti introdujo lo que denominaba "achique de espacios", que consistía en adelantar la defensa en línea para reducir el espacio al oponente y jugar al fuera de juego. Posiblemente lo que le perjudico más son esas "ugencias históricas" a las que se refería

Con Terry, se situaba a Steve Archibald como delantero centro de referencia, de espaldas a portería para la segunda línea, en la que Rojo cobraba protagonismo. Introdujo el marcaje mixto, frente a la zona y un feroz "pressing" en todo el campo al rival. La base del equipo era casi la misma, con la introducción de Archibald, Calderé y Rojo, retoques que cambiaron la fantasía de Maradona por un juego largo y directo. Y lo hicieron con éxito. Siempre, eso sí, bajo la batuta de un Bernd Schuster reinventado tras su lesión: menos todo terreno, más cerebral, igualmente demoledor.

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