* En cierta ocasión contó con toda sencillez porque era portero:
- "Yo de pequeño estaba gordo y no me gustaba correr. Un día que tenía que jugar al fútbol en la calle con los amigos del barrio todo el mundo estuvo de acuerdo: Este, que no le gusta correr, que se ponga de portero. Además, es graso y así tapará más la portería".
* Ramallets era muy presumido. Dice la leyenda que tenía un espejo al palo derecho para comprobar que no se había despeinado después de cada tirón.
* Una vez un periodista barcelonés escribió: "Ramallets, cien por cien errores." El equipo contrario sólo había chut- ado una vez y fue gol. Ciertamente Ramallets ocupaba la posición tradicionalmente más difícil e ingrata del mundo del fútbol, como es la de portero del Barça.
* Pronto fue conocido por todos. En cierta ocasión le llegó una carta proveniente del extranjero donde sólo había escrito "Ramallets-España" y el dibujo de una portería de fútbol.
* Siempre repetía el mismo ritual antes de comenzar los partidos: se acercaba a la portería, levantaba la mano haciendo un saludo y lanzaba al interior de la red los guantes y la gorra.
* En 1954, cuando estaba en la cima de la popularidad, participó junto con Josep Samitier a la película 'Once pares de botas' de Francisco Rovira-Veleta.
* Una de las primeras cosas que hizo el controvertido técnico Helenio Herrera cuando llegó al Barça en 1958 fue decirle a Ramallets:
- "Unos directivos que no tienen ni remota idea de fútbol me han dicho que tenemos que buscar un portero, que tú te estás haciendo mayor. ¿Qué les contesto? Ramallets le contestó:
- " Que es verdad, que no tienen ni remota idea.
Entonces 'HH' sacó una lista de cuatro porteros y la hizo añicos.
* Unos días antes de su retirada había leído en la soledad del vestuario del Camp Nou una carta firmada por una "familia azulgrana" sin más, donde se podía leer estas breves palabras:
- "Sin usted el Barça no será el de siempre."
La misiva le tocó la vena sensible de lo más.
* A partir de los años setenta, ya desvinculado de manera definitiva del mundo del fútbol, trabajó como funcionario en un banco hasta su jubilación. Y fue así como a menudo iban a la entidad bancaria seguidores azulgranas que con la excusa de hacer pequeñas operaciones financieras o pedir información se dedicaban a charlar con su ídolo.
- "Yo de pequeño estaba gordo y no me gustaba correr. Un día que tenía que jugar al fútbol en la calle con los amigos del barrio todo el mundo estuvo de acuerdo: Este, que no le gusta correr, que se ponga de portero. Además, es graso y así tapará más la portería".
* Ramallets era muy presumido. Dice la leyenda que tenía un espejo al palo derecho para comprobar que no se había despeinado después de cada tirón.
* Una vez un periodista barcelonés escribió: "Ramallets, cien por cien errores." El equipo contrario sólo había chut- ado una vez y fue gol. Ciertamente Ramallets ocupaba la posición tradicionalmente más difícil e ingrata del mundo del fútbol, como es la de portero del Barça.
* Pronto fue conocido por todos. En cierta ocasión le llegó una carta proveniente del extranjero donde sólo había escrito "Ramallets-España" y el dibujo de una portería de fútbol.
* Siempre repetía el mismo ritual antes de comenzar los partidos: se acercaba a la portería, levantaba la mano haciendo un saludo y lanzaba al interior de la red los guantes y la gorra.
* En 1954, cuando estaba en la cima de la popularidad, participó junto con Josep Samitier a la película 'Once pares de botas' de Francisco Rovira-Veleta.
* Una de las primeras cosas que hizo el controvertido técnico Helenio Herrera cuando llegó al Barça en 1958 fue decirle a Ramallets:
- "Unos directivos que no tienen ni remota idea de fútbol me han dicho que tenemos que buscar un portero, que tú te estás haciendo mayor. ¿Qué les contesto? Ramallets le contestó:
- " Que es verdad, que no tienen ni remota idea.
Entonces 'HH' sacó una lista de cuatro porteros y la hizo añicos.
* Unos días antes de su retirada había leído en la soledad del vestuario del Camp Nou una carta firmada por una "familia azulgrana" sin más, donde se podía leer estas breves palabras:
- "Sin usted el Barça no será el de siempre."
La misiva le tocó la vena sensible de lo más.
* A partir de los años setenta, ya desvinculado de manera definitiva del mundo del fútbol, trabajó como funcionario en un banco hasta su jubilación. Y fue así como a menudo iban a la entidad bancaria seguidores azulgranas que con la excusa de hacer pequeñas operaciones financieras o pedir información se dedicaban a charlar con su ídolo.
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