dijous, 22 de maig del 2014

Un campeón pequeño

L'Esportiu

La final de los filiales se la llevó el FC Barcelona desde los once metros. Después de noventa minutos sin goles ni fútbol, ​​el equipo que entrena Eusebio Sacristán tuvo más suerte que el de Sergio González en la tanda de penaltis y levantó la copa Cataluña. La ausencia de los jugadores de las primeras plantillas del Barça y el Espanyol vació la grada de Montilivi y, sin el impulso del público, al partido le faltó intensidad, ritmo y tensión. Por si fuera poco, los dos filiales tenían la cabeza lejos de la final de la copa Cataluña: el Barça B porque aún no ha acabado la liga de segunda división y el Espanyol B porque interrumpió sus vacaciones para jugar ayer.
No faltaron, sin embargo, las acciones de peligro. Durante la primera parte, más abundantes en el área de Ortolá. El portero, de hecho, invitó a la delantera blanco-y-azul en inaugurar el marcador con un error en el control del balón, en el minuto 10, que no terminó en gol de milagro. Antes de la media hora de juego, Caballé y Mamadou también pudieron marcar para el Espanyol: el primero con un disparo raso y fuerte que desvió el portero del Barça; el segundo, con un remate de cabeza que salió desviado.
No habría sido injusto, ya que el equipo de Sergio González, sin hacer una gran actuación, puso mucho más que el de Eusebio Sacristán. El técnico del filial azulgrana, de hecho, quiso poner remedio con un triple cambio altamente significativo cuando todavía quedaban diez minutos para el descanso y dio entrada a los juveniles Adama, Munir y Kaptoum por Babunski, Dani Nieto y Espinosa, que se fueron visiblemente contrariados. Bien poca cosa se puede salvar lo que ofreció el Barça B durante los primeros 45 minutos, apenas dos jugadas individuales que hicieron trabajar Koke, firmadas por Denis Suárez y Sandro. En cuanto al resto, nada de nada.
El listón estaba muy bajo para el filial azulgrana en la segunda parte. Era muy difícil repetir 45 minutos tan malos como los primeros. Con Samper, que sustituyó Ilie, gobernando el centro del campo, Kaptoum trabajando de manera incansable y Adama desbordante por la banda derecha, fue suficiente. Eso sí, aunque el control del partido cambió de bando, no se tradujo en ocasiones de gol. Y es que, a pesar del clásico reguero de cambios de este tipo de partidos, el Espanyol se mantuvo firme y, muy bien ordenado, sufrió poco en defensa. Salvo un disparo de Denis Suárez desde fuera del área, que hizo lucir Koke, y de un doble remate en una falta indirecta que también salvó el portero, los blanco-y-azules no temer por cero en su portería.
Poco antes del pitido final, que daba paso a los penales, la noche se calentó con una trifulca general que, por suerte, quedó en nada. Después, Héctor disparó, para el Espanyol, el primer penalti y Ortolá lo detuvo; Patri marcó el primero para el Barça; Ferran empató; Kaptoum, con sangre fría, hizo el 2-1; Ortolá rechazó el disparo de Raíllo, y Koke, el de Denis Suárez; Borja engañar al portero del Barça para hacer el 2-2 y, a continuación, Grimaldo disparó por encima del travesaño; Jairo le puso fácil a Ortolá para que se volviera a lucir en el quinto penal y, finalmente, Munir hizo campeón al Barça

 Pienso que tanto el Barça como el RCE Espanyol, un año más han tirado una competición como la Copa Catalunya, máximo exponente de lo que es el deporte catalan. Una veces es uno, otra veces es el otro... Y luego siempre critican al reves cuando lo hacen ellos, asi les va
Ayer no se vio un gran partido. Es Espanyol intento jugar agazapado esperando soprender a los blaugramas. Aunque ambos equipos pudieron inagurar el marcado, la verdad es que el trofeo se decidio desde el punto fatidico. Nuevamente con canteranos que siguen saliendo de esa fuente innagotable que es La Masioa 2-0

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