El 4 de mayo de 2003, en la Vía Férrea de Cornellà, Messi puso en un brete a los técnicos del Barça,
principalmente a su entrenador, Àlex García. Leo sufrió una lesión: traumatismo facial a nivel del arco cigomático derecho y debía jugar con una mascara para protegerse. La mascara en cuestión era la que había utilizado hasta hacia poco Carles Puyol.
Así era Leo con quince años de edad. Era un jugador ambicioso, ganador nato, competitivo al máximo. Unas virtudes que se sumaban a una clase y una calidad futbolística fuera de lo común para un chico de su edad.
Aquel magnífico cadete de Messi, Cesc Fábregas, Songo'o, Riera, Piqué, Marc Valiente, etcétera, tenía la oportunidad de proclamarse campeón de Liga de la temporada 2002/03... ¡ante el Espanyol en la última jornada!
El Barça se imponía al RCE Espanyol por un contundente 4-1, con goles de Messi [2], Pique y Victor.
principalmente a su entrenador, Àlex García. Leo sufrió una lesión: traumatismo facial a nivel del arco cigomático derecho y debía jugar con una mascara para protegerse. La mascara en cuestión era la que había utilizado hasta hacia poco Carles Puyol.
En el minuto 7 de partido, con 0 a 0 en
el marcador, el "Demonio" decidió que estaba cansado de su máscara. Se acercó a la
banda y se quejó al banquillo que no podía ver bien, que sudaba
demasiado con eso en la cara la máscara y sobretodo que se le movía mucho. Entonces Messi se quitó la máscara y la tiró a los
pies de los entrenadores.
Con las manos en la cabeza, Alex García
vió cómo Messi volvía al campo a jugar. Con el pómulo roto, sin máscara,
y con el riesgo que suponía dejar a Leo en esas condiciones en un
partido cómo la final de la Copa.
Completó los cuarenta minutos, marcó dos goles extraordinarios y su técnico le prohibió salir en la segunda mitad por el grave riesgo que suponía jugar sin la máscara.Así era Leo con quince años de edad. Era un jugador ambicioso, ganador nato, competitivo al máximo. Unas virtudes que se sumaban a una clase y una calidad futbolística fuera de lo común para un chico de su edad.
Aquel magnífico cadete de Messi, Cesc Fábregas, Songo'o, Riera, Piqué, Marc Valiente, etcétera, tenía la oportunidad de proclamarse campeón de Liga de la temporada 2002/03... ¡ante el Espanyol en la última jornada!
El Barça se imponía al RCE Espanyol por un contundente 4-1, con goles de Messi [2], Pique y Victor.
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