ARTÍCULO CRONOLÓGICO
Barcelona, viernes 7 de agosto de 1953: Pere Aguilera ha cerrado la operación con el River Plate. (...) "El Club de Fútbol Barcelona declara por la presente que da por incorporado real, física, jurídica y efectivamente al jugador Alfredo Stéfano Di Stéfano, siendo de su exclusiva responsabilidad las consecuencias de toda omisión o requisito que deberia llegarse con cualquier club, Asociación nacional y/o extranjera y con el propio jugador".
Buenos Aires, viernes 7 de agosto de 1953: El River Plate confirma al Barça que "nos es particularmente grato dirigirnos a Vd. a efectos de llevar a su conocimiento que la Comisión Directiva ha resuelto otorgarle el pase del jugador Alfredo Stéfano Di Stéfano, para que en los sucesivo pueda actuar por esa prestigiosa entidad amiga".
Madrid, jueves 13 de agosto de 1953: Andrés Ramírez, secretario general de la Federación Española de Fútbol, humedece en tinta el sello oficial de la entidad. El documento que acaba de firmar y que ahora certifica con el sello federativo es el justificante de recepción de la comunicación que hace el Barça sobre el fichaje de Di Stéfano.
Madrid, sábado 22 de agosto de 1953: Interviene la Delegación Nacional de Deportes, hace unos minutos acaba de comunicar, mediante circular, la prohibición de contratar futbolistas extranjeros profesionales. (...) ahora los poderes fácticos del franquismo se mueven con celeridad: si Di Stéfano no puede jugar en el Real Madrid, desde luego no lo hará en el Barça.
Madrid, domingo 23 de agosto de 1953: Josep Samitier ha viajado a Madrid de urgencia. Le recibe Sancho Dávila, presidente de la Federación Española de Fútbol, que escucha amablemente los argumentos del barcelonista: puesto que el fichaje de Di Stéfano es del 13 de agosto, el Barça entiende que la prohibición de contratar extranjeros dictada ayer no se de aplicación en el caso del futbolista argentino.
Barcelona, lunes 24 de agosto de 1953: El Barça no se fía y decide recurrir a la FIFA para que intervenga. Siguiendo el conducto reglamentario, y una notable -e ¿involuntaria?- inocencia, Eusebi Llensà, secretario del club, envía un dossier completo con toda la documentación oficial a la Federación española, vía Federación catalana, para que la curse a la FIFA en vez de mandarlo directamente al máximo organismo mundial.
Barcelona, jueves 27 de agosto de 1953: Eusebi Llensà abre el sobre que, con membrete de la RFEF, acaba de llegar al club. Sin mediar respuesta, la Federación española le ha devuelto el dossier y se niega a remitirlo a la FIFA. Ahí está toda la documentación que hace apenas tres días el Barça mandó con destino a la Federación internacional. ¿Toda? No, falta un papel trascendental: el justificante federativo de recepción del fichaje de Alfredo Di Stéfano. A mediodía, un indignado telegrama del Barça concede 24 horas a la Federación española para que el documento sea devuelto al club. En caso contrario, el Barça presentará una querella por hurto contra la RFEF.
Barcelona, viernes 28 de agosto de 1953: Eusebi Llensà abre el sobre que, con membrete de la Real Federación Española de Fútbol, acaba de llegar al club. Ahí está el documento perdido y una nota de Andrés Ramírez, secretario federativo, que alega "lamentar el extravío a causa de una distracción".
Madrid, miércoles 9 de septiembre de 1953: Andrés Ramírez abre el sobre que, con membrete del Real Madrid, acaba de llegar a la Federación. Es una carta en la que Santiago Bernabéu solicita de la RFEF permiso para fichar oficialmente a Di Stéfano, a quien se refiere como "nuestro jugador". El presidente blanco alega que los acuerdos con el Millonarios de Bogotá son "anterior a la prohibición de contratas de extranjeros".
Madrid, martes 15 de septiembre de 1953: Como cada día desde hace 14 años, hora tras hora, Radio Nacional emite "el parte". La noticia de hoy es que la Federación española ha dictado "justicia salomónica" al autorizar que Alfredo Di Stéfano juegue cuatro años en el fútbol español: las temporadas 1953-54 y 1955-56 en el Real Madrid, y las temporadas 1954-55 y 1956-57 en el Barça. La comisión federativa se compone de 17 miembros: uno del Barça (Ricard Cabot); dos ex presidentes de la Federación centro; dos del Atlético de Madrid (incluido su presidente); y 12 del Real Madrid o su filial, incluidos el actual secretario de la directiva madridista, el abogado del club, el hijo del fundador del Real Madrid, un ex jugador blanco, un socio fundador y un ex presidente del club?Desde el Real Madrid se emite una nota de satisfacción hacia el acuerdo de tan ecuánime comisión "por la justa reolución del caso". El documento federativo es extenso, pero quizá lo más importante -además de dividir en dos al futbolista, saltándose todas las legitimidades legislativas- sea el encabezamiento, que dice así: Reunidos en Madrid, el 15 de septiembre de 1953, el Sr. Santiago Bernabéu de Yeste, como presidente del Real Madrid CF, y el Sr. Enrique Martí Carreto, como presidente del Barcelona CF, en presencia del Sr. Armando Muñoz Calero, miembro del comité ejecutivo de la Federación Internacional de Fútbol Asociación, para tratar de la situación planteada entre los clubes respectivos que representan en relación con el jugador argentino Alfredo Di Stéfano, ACUERDAN? Es decir, la decisión no se reviste de acuerdo interno de la RFEF, sino de pacto entre ambas partes bajo la atenta mirada de un "mediador neutral". No hay duda de que Martí Carreto, que según algunos rumores se vio en privado con Bernabéu en Madrid hace unos días, no ha tenido demasiado margen de maniobra vistas las "libertades y el respeto a la ley" que impera en España en esta época. Pero de ahí a estampar su firma y rúbrica en el documento más vergonzoso de la historia del fútbol barcelonista, español y quizá mundial?
Madrid, sábado 19 de septiembre de 1953: El teniente general Moscardó, (...), preside la delegación Nacional de Deportes, máximo organismo español en materia deportiva. Y hoy anuncia que Alfredo Di Stéfano, pese a ser extranjero, no se ve afectado por la normativa del pasado 22 de agosto que prohíbe el fichaje de futbolistas foráneos. Otra vuelta de tuerca.
Barcelona, lunes 21 de septiembre de 1953: El escándalo es tan monumental que la Junta directiva azulgrana en pleno dimite a media tarde. (...) ningún directivo especifica sus razones salvo uno, el mismo que a lo largo de todo el proceso adopta actitudes diferenciales y sorprendentes: el presidente Martí Carreto, que alega "motivos de salud". Barcelona hierve de indignación. Ramon Trias Fargas reflexiona sobre toda la operación. (...) ¿Por qué dimite hoy Martí Carreto, seis días después de firmar personalmente el escandaloso documento? ¿Ya no está de acuerdo? ¿O nunca lo estuvo, pero no se atrevió a expresarlo? ¿O sigue estando de acuerdo, pero debe enmascararlo? Tendrían que transcurrir 23 años para que Narcís de Carreras explique que, para entender la actitud de Martí Carreto, hay que valorar el chantaje que sufrió por parte de la Dirección General de Aduanas por el hecho de haber sacado del país los millones del pago por Di Stéfano al River Plate sin autorización. El periodista Lluís Permanyer explicará, también en 1980, que el chantaje a Martí Carreto lo efectuó Armando Muñoz Calero, miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, con el argumento de que el Barça había pagado un millón más de dólares al River Plate que lo especificado en el contrato y que ese millón había sido abonado en dólares comprados en el extranjero, sin declararlo a la Fiscalia de Tasas. Con el general Moscardó al teléfono, Muñoz Calero le había dicho a Enric Martí Carreto que iban a investigar a fondo la empresa textil que poseía.
Madrid, jueves 1 de octubre de 1953: (...) Hace quince días que en el fútbol español ha comenzado también otra era. La Federación española ha partido en dos al futbolista Alfredo Di Stéfano. No importa el derecho, la ley, las normas internacionales ni los contratos privados. Aquí lo que interesa es evitar que el Club de Fútbol Barcelona (denominación de la época) no se refuerce hasta niveles insospechados y se convierta en el mejor equipo mundial. Sí a Kubala, aunque después de meditarlo mucho y sólo porque el fichaje del húngaro mostraba palpablemente "la maldad intrínseca del comunismo internacional". Pero no a Di Stéfano. El tándem sería explosivo, catalizador de un barcelonismo al que no se podían dar más alas y sepulturero de un Real Madrid en horas bajas.
Madrid, viernes 23 de octubre de 1953: Hace ya un mes que el Barça es regido por una comisión gestora designada directamente por la Federación Española de Fútbol. Entre sus miembros está Enrique Piñeyro, marqués de la Mesa de hasta, presidente del FC Barcelona al término de la guerra civil. (...) Este marqués forma parte de la comisión gestora que, de la mano de Josep Vidal-Ribas, firma hoy con Santiago Bernabéu la renuncia expresa de todos los derechos del Barça sobre Di Stéfano en favor del Real Madrid a cambio de 4 400 000 pesetas. El jugador ya era blanco en virtud del "acuerdo" de 15 de septiembre, pero a partir de hoy ya jamás será del Barça.
Nunca una Junta Gestora ha podido traspasar a un jugador, pero aqui se acepto y eso cambiaria la historia del futbol nacional
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