dimarts, 15 d’octubre del 2019
Cap. 6450: Ernesto Valverde Tejedor
Nacio en Viandar de la Vera (Extremadura), el 9 de febrero de 1964. Extremo derecho, era conocido con el apodo de Txingurri. Fichó por RCE Espanyol (1986-88) procedente del Sestao River Club, jugó 72 partidos de Liga y marcó 16 goles, y disputó la final de la Copa de la UEFA (1988). Fue traspasado al FC Barcelona (1988-90), donde jugó 55 partidos y marcó 22 goles. Ganó una Recopa (1989) y una Copa de España (1990). Posteriormente jugó con el Athletic de Bilbao (1990-96) y el RCD Mallorca (1996-97). Se retiró como jugador en 1997. Jugó una vez con la selección absoluta, una con la sub-21 y otra con la olímpica. Como entrenador, dirigió el Bilbao Athletic (2002-03), el Athletic Club de Bilbao (2003-05 y 2013-17), el Espanyol (2006-08, con el que llegó a la final de la Copa de la UEFA en 2007), el Olympiacos (2008-09 y 2010-12), el Villarreal CF (2009-10) y el Valencia CF (2012-13). La temporada 2017/18 fichó como entrenador del FC Barcelona, equipo con el que se proclamó campeón de la Copa de España (2018), de la Liga (2018, 2019) y de la Supercopa de España (2018).
Cap. 6449: Teléfono Rojo, volamos al primer equipo
Según comenta "Sport", cada mañana es Joan Barbarà, el tercero de Ernesto Valverde, quien llama a García Pimienta para decirle el nombre de los jugadores escogidos del filial, para subir a entrenar con el primer equipo. García Pimienta, con 25 años de entrenador de la cantera, entiende el funcionamiento y sabe que el B está, principalmente, para abastecer de jugadores. Eso sí, al final de cada jornada, de nuevo hablan García Pimienta y Barbarà para saber como ha estado cada uno de los jugadores. Seguimiento absoluto. En otros años y con otros técnicos, ha habido cierta tensión entre el míster del filial y el mister primer equipo. No tanto porque les quitaban jugadores (que se trata de eso, alimentar a los mayores con la cantera) sino porque los entrenadores del filial se enteraban de "los tocados" el mismo día de entreno. De esta manera se facilita la comunicación entre los mayores y el filial, es la línea directa, franca y constante, entre los interlocutores.