Manuel Torres era un personaje querido y respetado por todos cuantos le conocieron. A finales de 1911 decidió aparcar su profesión: la de panadero para dedicarse en cuerpo y alma a unos colores que ya despertaban pasiones los azulgrana, y estar al servicio de “aquellos locos del fútbol"
Vivía en una depedencia pequeña compuesta por un diminuto y escueto comedor y una habitación de dormitorio y que ocasionalmente hacía incluso de vestuario. Era la "barraca", como todo el mundo la conocía por aquel entonces, hace casi un siglo. En aquella diminuta vivienda vivía Manuel Torres con su esposa. Era el primer inquilino de aquel Campo de la Calle Industria. Sólo abandonaría la ‘barraca’ cuando el club se trasladó al campo de Les Corts, hasta donde se fue con su esposa para seguir al servicio del conjunto barcelonista.
Ha sido uno de los personajes que han pasado a la historia de forma casi desconocida, pero muchos de aquellos jugadores de a principios del S.XX, no olvidaran al hombre que les preparaba enormes bocadillos que restituían las fuerzas de los jugadores al término de unos entrenamientos que solían empezar a las seis de la mañana.
Solo una cosa entristeció la vida de este buen hombre. Fue en 1912 y tras una "Declaración de Guerra" entre los dos clubs grandes de la Ciudad Condal (La Copa Ciudad-La Riva), Manuel mantenia buena amistad tanto con jugadores del Barça como del Espanyol, y relataba con tristeza cómo un jugador españolista que vivía cerca del campo de la Indústria le retiró el saludo a partir de aquella "guerra". "Siempre pasaba cerca de la "barraca" y cruzábamos cuatro palabras - declara en su autobiografia-. D.espués de los incidentes él, decidió acabar nuestra relación hasta que pasados unos días le saludé para intentar romper un hielo que yo no había creado. "Adéu ,noi" (Adios Chico)- le dije. Me miró y muy en serio me respondió: "Ni vull ni us puc saludar. Vosaltres i nosaltres estem en estát de guerra" (Ni quiero, ni os puedo daludar. Vosotros y nosotros estamos en guerra). Y se fue
dilluns, 16 de març del 2009
Cap. 370: Nace la liga y el Barça se proclama campeón
La idea del Campeonato de Liga surgió en 1926 pero no sería hasta 1929 cuando comenzaría el primer campeonato. Para jugar aquella liga se estableció que la debían jugar (en Primera): los seis campeones de La Copa de España (At.Bilbao, Real Madrid, Barcelona, Arenas de Guetxo, Real Unión de Irún, Real Sociedad*), los tres subcampeones (RCE Espanyol, CE Europa y Atletico Madrid) y el ganador de un torneo clasificatorio (Racing Santander). En la temporada 1927/28, se jugó una antesala a la liga (Torneo de Clubs Campeones) y que la jugaron los seis campeones de la Copa de España. El origen del primer trofeo de campeón de Liga es el mismo que el que se elabora actualmente. Siguiendo la pista desde sus origenes, el coleccionista Pablo Ornaque coincide en atribuirle el diseño de la copa al joyero Federico Alegre la atribución del diseño, al igual que del resto de trofeos encargados por la RFEF. Ocho décadas después, el nieto de Alegre sigue siendo el joyero oficial de la RFEF y el responsable de todos los trofeos
Aquella Primera Liga como el Trofeo Clubs Campeones (antesesora) fueron ganados por el Barça y entrenados por un exjugador del Barça que está considerado hasta el día de hoy, el mejor entrenador catalan que ha tenido el FC Barcelona
* Participo la Real Sociedad, por que era el descediente del club que ganó la Copa. La Unión Ciclista de San Sebastian, que había ganado la Copa del año 1909